sábado, 27 de junio de 2020

LA MAESTRIA DEL SER -SABIDURÍA TOLTECA


El ser del maestro, no significa que seamos robots insensibles o que nunca vayamos a reaccionar emocionalmente. Pero cuando perdemos el control y reaccionamos, nuestras herramientas nos permiten recuperar nos, aceptando que nos sentimos enojados, celosos, resentidos, tristes o de cualquier otro modo, eso nos permite ver la verdad de cómo nos sentimos, pero la espiral negativa en la que te encuentras cesa en cuanto tomas consciencia y te des identificas, de ese lio mental, recordando quien eres de verdad.
Como maestro del ser sabes que es imposible evitar todos los conflictos. Cuando surja uno en tu vida, tienes que mirar en tu interior, ver lo que es cierto para ti en ese momento y descubrir la forma de ser fiel a tus creencias, respetando al mismo tiempo las decisiones y creencias ajenas.
Todos nos ponemos máscaras y las vamos cambiando, estas nos permiten entendernos unos a otros a nivel intelectual, emocional y espiritual. De todas las máscaras que llevamos, las que más nos cuesta abandonar son las que asociamos a determinados papeles en el Sueño del Planeta. Como por ejemplo de hijo, padre o madre, trabajador, etcétera.
Representamos muchos roles en nuestras historias de vida, para que no nos afecten de manera emocional estas máscaras, pregúntate: ¿Quién soy?
En casi todas las tradiciones espirituales, una de las preguntas más importantes, es esta ¿Quién soy?
En la tradición tolteca respondemos: “el Ser auténtico”, pero todo y así las palabras se quedan cortas a la hora de expresar la verdad última de quiénes somos.
En la vida cuando triunfas o consigues algo que quieres, te sientes eufórico en ese momento pero al cabo de un mes o según como una semana, te subes el listón. Eso es porque solo te aceptas condicionalmente, cuando consigues aquello, entonces no te estas aceptando y queriéndote en el presente. Como solo te quieres y te aceptas si triunfas, tu felicidad depende de ese logro. Si fracasas te infravaloras y te menos precias. Estarás usando tus metas como una herramienta para domesticarte de otra manera. El proceso es el siguiente:
1- Decides que no estás satisfecho con quien eres y te fijas una meta para lograr algo.
2- Implícitamente has acordado que solo te merecerás quererte cuando consigas la meta.
3- Si fracasas, te juzgarás por ello. Si triunfas, tu juez interior te subirá el listón.
El maestro del ser se da cuenta, que eso no es amarse incondicionalmente. Porque ya somos perfectos como somos en este mismo instante y para amarte no necesitas alcanzar ninguna meta.
La autodomesticación está originada por metas que se nos van dando para ser mejores en lo que incluye la sociedad materialista. Nos hacen ver que si tenemos más dinero, una mejor casa, coche, teléfono, etcétera, nos valoraremos más a nosotros mismos.
Tu valor más preciado es amarte incondicionalmente, pase lo que pase en tu historia personal.


Para no caer en la trampa, cuando pienses en un cambio o te propongas una meta, el primer paso es no olvidar que es algo que quieres hacer, sea el resultado que sea. Estás participando en un juego por el puro placer de hacerlo y no para intentar mejorar y quererte condicionalmente.
Fijarte metas con esta actitud es un proceso bello y natural, porque sabes que todo ya es perfecto como es.
Entonces estás iniciando el proceso de alcanzar algo queriéndote incondicionalmente, en lugar de intentar triunfar en tu meta por miedo. Cualquier cambio u objetivo que te fijes está motivado por tu deseo de hacerlo como experiencia.
Cuando tu confianza viene de quererte y disfrutar del momento sea cual sea el resultado, vivirás el momento presento, no tendrás expectativas, no te proyectaras en el futuro, disfrutaras del aquí y ahora.
Vivir la vida como un maestro del ser, te lleva a disfrutar de la vida, pero eso no quiere decir que en esta historia, muera un familiar querido, u ocurra cualquier accidente que te tambalee. Posiblemente descubrirás que aunque te quieras incondicionalmente, las emociones siguen estando presentes en tu vida, sigues oyendo la voz del conocimiento. En esos momentos, lo más importante es atender a tu respiración, calmar la mente y aceptar eso que está ocurriendo. Recuerda que todo está entrelazado, en una gran maya que no vemos y que lo que está ocurriendo es como tiene que ser para que ocurran otras cosas. Aunque en ese presente no te guste lo que ocurra.
También funciona decirte:
Yo,______, soy perfecto y completo en este momento y me quiero, aunque ocurra esto. Me siento agradecido por estar vivo y poder vivir esta experiencia humana.
 QUE EL ETERNO SOL, NOS ILUMINE, EL AMOR NOS RODEE Y LA LUZ PURA INTERIOR GUÍE TU CAMINO!!!!

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